Los preparativos de la boda habían empezado casi un mes después de esa charla. Jimin se sentía feliz otra vez.

Yoongi se mostraba más cariñoso, no se despegaba de Jimin cuando volvía del trabajo y no le reclamaba por nada. Tal vez el también estaba feliz.

Pero no todo el color de rosa en la vida.

- ¿Yoon? - pregunta Jimin mientras ven una película en su habitación.

- Dime.

- ¿Cómo sabías... que Seokjin estuvo aquí esa vez?

Yoongi se tensó, Jimin lo notó.

- ¿Por qué te interesa? - Muy bien, Yoongi, hazte el idiota.

Espera, lo eres.

- Curiosidad.

- Bien...- Yoongi apagó la película, sabía que luego de sus palabras probablemente iniciara otra discusión.- Instalé cámaras en casa.

- ¿Qué? - Jimin no podía creerlo, ¿hasta ese punto estaba obsesionado con el control de todo?

- Lo hice hace algún tiempo, puedo ver todo desde mi oficina.- lo peor era el descaro y la tranquilidad con la que lo decía

Jimin se enojó, comenzó a gritarle que no tenía porqué controlar su vida y que merecía algo de privacidad. Yoongi, por supuesto, no estuvo ni cerca de sentirse culpable.

Lo tomó del cabello y caminó hasta la salida de la casa, golpeando una que otra vez a Jimin para que se quedase quieto.

Luego lo tiró afuera y cerró la puerta.

- ¡Vete a la mierda sí tanto te molesta!

Ven mimi bonito yo te cuido 🤧